miércoles, 30 de abril de 2025

¿PRO MUNDI BENEFICIO?

 

¡Cuánta razón tenía Simón Bolívar cuando soñaba con una América unida y su capital en Panamá!

Infortunadamente su sueño no prosperó como él lo había concebido, pero su pensamiento trascendió y quizás se tradujo en la gestión de organizaciones como la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros organismos regionales de nuestro continente.

Bolívar había visualizado que la conformación de ese estado en el que se convirtió la unión de las 13 antiguas colonias británicas, que en 1776 se denominaron Los Estados Unidos de América, podría ser una posible amenaza para el resto de las antiguas colonias españolas, francesas y portuguesas americanas. Igualmente, habiendo vivido y estudiado en Europa, podía prever que los países colonizadores, podrían tratar de recuperar sus antiguos territorios.

El resto de la historia es conocida; “desde mi balcón” puedo deducir que una nación atentó contra el éxito del Congreso Anfictiónico de Panamá, hicieron que algunos países invitados se ausentaran y no se logró esa gran nación de estados con la que soñaba el libertador.

Si bien es cierto, hoy tenemos un continente que se mueve de izquierda a derecha, tal péndulo de reloj sigue sin existir esa cohesión tan necesaria, que nos permitiría tener, no sólo un gran mercado, sino un brazo fuerte para protegernos de posible ataques, políticos, económicos y militares.

En artículos anteriores me he pronunciado sobre la necesidad de Panamá de conformar alianzas con otros países; por ejemplo, en momentos como los que vivimos sería ideal que Canadá, México y Panamá pudieran convertirse en un gran bloque que sería un amortiguador para los ataques a los que estamos siendo sometidos. A ese nuevo “bloque” se podría invitar a otras naciones amigas como por ejemplo Dinamarca, Francia, Alemania y España, por solo mencionar algunos.

En Panamá debemos aprender a ser y sentirnos orgullosamente panameños. Quizás por ser un país con orígenes tan variados, como color y forma de ojos tenemos, los que vivimos en esta amalgama de personas que han llegado a Panamá por razones tan distintas como distintos somos quienes vivimos aquí.

Que tristeza produce oír a abogados y otros compatriotas estudiados, hablar en contra de nuestro país. Panamá es un país que vive “Pro Mundi Beneficio”. Aunque quieran cambiar la frase, cuanto gobierno pasa por el Palacio de las Garzas, seguimos siendo “Puente del Mundo y Corazón del Universo”, quizás la mejor frase para describir gran parte de nuestra historia y destino en el mundo.

 

Panamá no ha faltado a los compromisos adquiridos desde 1977 en los tratados del canal. La mejor prueba es que la parte atacante ha cambiado su base de acusación en varias ocasiones; desde que una nación extranjera controla la administración del canal, pasando por el bloqueo de las entradas al mismo, la salinización de los lagos, hasta que se pudiera producir el derrumbe de un puente sobre el mismo. 

No es justo que ahora, nuestro mayor socio comercial nos acuse de tener relaciones con un país, que sigue siendo uno de los principales socios comerciales de ellos mismos. No es justo que se nos quiera imponer, desde la capital de una nación hermana, la línea de nuestras relaciones diplomáticas y comerciales y lo peor es que por no tener razones fundamentadas en hechos, se han basado en motivos baladíes que no pueden ser sustentadas por la razón y la justicia sino por el chantaje y la manipulación.

Por otro lado, debemos encender todas las luces de emergencia para prepararnos para ataques que seguirán produciéndose por los próximos 4 años. Esto incluye fortalecer nuestra democracia, la transparencia, los valores cívicos y morales y la lucha en contra de la corrupción, quizás el peor de los cánceres que nos tiene inundado no solamente por las malas prácticas, sino por el narcotráfico y todos los tentáculos que se derivan de este.

Esto involucra fortalecer la justicia y proteger a nuestros jueces y magistrados para que nunca mas volvamos a tener la amenaza que ha promovido un convicto que al igual que otros ha querido comprar absoluciones y fallos amañados.

Los panameños debemos estar unidos, para defender lo que tanto nos ha costado. Tenemos una joya en el Canal de Panamá, que no solo hemos operado con mayor eficiencia y menor accidentabilidad que cuando no estaba bajo control de otros, sino que invertimos varios miles de millones de dólares en su ampliación para seguir dándole a todos un servicio eficiente y de primer mundo.

Panamá es una nación libre. Somos libres del establecimiento de relaciones diplomáticas que sean de la mejor conveniencia política y comercial para nosotros. No por eso debemos afectar nuestra amistad con nuestros vecinos, pero siempre dejando claro que no es por la fuerza que se obtienen beneficios, mas bien promover la negociación y las reglas de la diplomacia. Esto nos confirma que el servicio exterior no se debe constituir por amiguismo, sino por profesionales que pongan los interese del país por encima de cualquier otro.

La dignidad de un país no se negocia. Eso lo hemos vivido los panameños de forma viva. Debemos ser agradecidos con nuestros amigos, pero siempre estar listos para salir a la defensa de los intereses de esta gran nación, si bien no con armas, si con el derecho, la diplomacia, siendo enérgicos y cumpliendo lo que prometemos.

¿BULLYING 2.0?

 

A pocos días que tome posesión un nuevo presidente en los Estados Unidos de América, éste tiene una parte significativa del mundo preocupada, por decir lo menos, por las primeras acciones que anunciará una vez tome posesión pueden tener serias repercusiones para muchos.

Algunas de estas eran de esperarse, pues han sido su caballito de batalla, no solo en su primer período sino durante la campaña. Su “voto fuerte” se ubica principalmente en los estados del sur y del centro de esta nación federada, siendo hombres, “blancos” y con poco o muy bajo nivel de educación. Sin embargo, hay una considerable cantidad que lo apoyó en las elecciones de noviembre, por estar en desacuerdo con algunas de las políticas establecidas por el partido en gobierno.

Considero que este segmento de la población que eventualmente se puede convertir en el fiel de la balanza entre, por un lado, los que aplauden el “matonaje” o “bullying” del presidente electo y que quisieran que “la tierra de los libres y hogar de los valientes” regrese a los años donde la esclavitud y la discriminación eran legales y por el otro, los que reconocen los derechos de todos los ciudadanos por igual.

Estados Unidos de América hoy tiene algunos frentes abiertos como lo son por un lado la guerra entre Rusia y Ucrania y por el otro, a menos que se implemente el acuerdo de paz anunciado por el actual presidente, la situación entre Israel y el Grupo Hamás, entre otros. Ambos tienen implicaciones que impactan significativamente a la gran nación del norte.

Desde hace algunas administraciones, el gobierno estadounidense pareciera que se olvidó de su mal llamado “patio trasero” y se concentró en otras regiones. El resultado fue que dejó abierta la puerta y por ella se han metido no solo gobiernos de izquierda, sino la propia China. Hoy, hay alrededor de 9 países de la América continental son gobiernos dirigidos por líderes que se alinean con la izquierda, unos más democráticos y otros más dictatoriales, pero en la izquierda al fin.

Por otro lado, han surgido líderes de derecha o extrema derecha que, nuevamente unos mas democráticamente que otros, han llegado al poder y han sabido manejar la opinión pública de manera tal, que se venden como los únicos “salvadores” de su tierra y dueños de la verdad, sin cuestionamientos. Los colombianos saben bastante de este tipo de personas. Aprovecho para repetir algo que he mencionado en muchas ocasiones: Todo extremo, de izquierda o de derecha es malo. Todo fanatismo sea religioso o de cualquier otra índole es igual de malo.

Por su parte China ha adquirido propiedades de tierras de cultivo en grandes magnitudes en varios países de la región y ha mostrado interés haciendo grandes inversiones en la región, siendo la más reciente un nuevo puerto ubicado en el Perú. Esto ha despertado un marcado “interés” en el hermano del norte.

El nuevo presidente, en lugar de pelear con sus vecinos y aliados, debería conformar un bloque de naciones que le permita enfrentar, no sólo lo que le prometió a su base MAGA, que en ocasiones se convierte más en un sueño que en una realidad, sino para liderar un continente unido en temas económicos, geopolíticos y de ayuda mutua. Lo que veo muy difícil es que pueda reconocer que el mundo cambió, que la guerra fría no existe y que hoy por hoy, es mejor no echarle basura a tu vecino, porque no tienes forma de controlarlo y eventualmente esa basura regresará a tu propio patio.

Es que, si no lo hace, a quienes ha estado agrediendo, como por ejemplo Canadá, México, Dinamarca y Panamá pudieran, como se ha propuesto, formar un nuevo frente de naciones, como aquel de “los no alineados” que tanto nos ayudó para que el Canal llegara a manos de Panamá.

Es una realidad que, dentro de sus filas, hay un cierto nivel de fanatismo, en algunos casos basado en temas religiosos, otros por convicciones supremacistas y así tiene varias alas de la población que están convencidos que les cumplirá todo lo prometido en campaña. El nuevo presidente es, desde la perspectiva de muchos, un misógino, loco, mentiroso y varios otros adjetivos, pero creo que en realidad es una persona inestable, que tiene su propia visión de los que el estado debe ser y que pareciera que cuenta con el respaldo de los otros dos órganos del estado y medios informativos digitales.

Esta acostumbrado a tomar decisiones y a no ser cuestionado por ellas y creo que está convencido que la Casa Blanca funciona como si estuviera dentro de la Torre de oficinas que lleva su apellido.

Nos esperan unos 4 largos años, con altibajos pronunciados y manteniéndonos sostenidos con las uñas de los pies, a la espera de qué puede suceder al día siguiente; ¿nos suena conocido esto? Los panameños ya lo vivimos y no fue agradable. Por lo menos los medios de comunicación tendrán noticias y caricaturas para compartir, todos los días. 

Y tú, ¿también te quieres bajar?

 

Hace mucho tiempo surgió una frase, mal atribuida a la genial Mafalda, que decía “paren al mundo que me quiero bajar”; su creador Quino, al preguntársele respondió cándidamente que Mafalda nunca hubiera dicho esa clase de expresión, pues ella era muy emprendedora, según afirmó en una entrevista que dio allá por el año 2007.

Hoy, tantos años después, hay muchos que podríamos alinearnos con esa frase, al ver como este mundo pareciera “descoserse”, tal pelota de béisbol. Por un lado tenemos una guerra en Europa, totalmente innecesaria, sino fuera por el capricho expansionista de un solo hombre. De esos que cuando trata de explicar las razones que lo llevaron a invadir a su vecino, va cambiando de razones a medida que habla.

Por esos mismos lares, tenemos a varios países con excesiva cantidad de inmigrantes, de esos que no se integran a la sociedad a la cual migran, sino que quieren imponer las costumbres que traen en sus espaldas, quizás las mismas que llevaron al deterioro de esos mismos países de donde escapan.

Cruzando el mar que los divide, nos han hablado de un supuesto “alto al fuego” a cambio de intercambio de prisioneros en una guerra que tiene casi tantos años como la humanidad en sí. Lo peor de este confrontamiento es que “desde mi balcón” no hay una salida real, pues la anhelada paz de la región depende del aniquilamiento de una de las partes, que es militarmente mas poderosa y con mejores relaciones internacionales. La supuesta convivencia armoniosa que se pretende, dura lo mismo que el pañal de un bebé sin ensuciarse.

En el lejano oriente, tienes a una de las superpotencias amenazando con “recuperar” a la provincia rebelde lo cual, si se diera, pudiera enfrentarla a otra de esas potencias. Mientras tanto el gordito simpático del norte, sigue jugando a equivocarse, retando a su hermana del sur a jugar la ruleta rusa, para ver quien tiene la pistola cargada; el problema es que quien mas tira del gatillo, mas corre el riesgo de salir quemado.

Y así, llegamos al otro lado del mundo… Al nuestro.

Somos un continente variado, porque es uno sólo, aunque haya quienes digan lo contrario. Y para quienes no dieron esa clase en la escuela, América fue nombrada en honor al explorador florentino, nacionalizado castellano Américo Vespucio (Amerigo Vespucci), quien visitó el nuevo mundo en dos ocasiones “descubriendo” para la corona española, un pasaje por lo mas sur del continente. Fue Martín Waldseemüller, un cartógrafo alemán, quien en 1507 publicó un planisferio (mapa) con el nuevo continente denominándolo como “América”, en honor al renombrado explorador.

Dentro del continente hay varias regiones, algunas mas distintas que otras. Un cono sur, con mucha influencia europea, donde de los 5 países que lo confirman, hay corrientes de izquierda y de derecha de todos los colores. Si seguimos hacia arriba, tenemos países que cambian de presidente casi que como el bebé de arriba y otros que a pesar que votan por un candidato, el premio se lo lleva otro. Y nuestro vecino inmediato, presidido por un exguerrillero, que trata de ser de izquierda, pero no ha logrado nada concreto ni por el desarrollo ni por el pueblo a quien dice representar.

Una región central que está pintada de tantos colores como arco iris. Dos presidentes, que pasaron por encima de la propia constitución, pues el país los necesita y no hay nadie mas que puede “salvar” a su país. Otros menos radicales que tratan de superar las herencias que les dejaron sus antecesores, algunos con mas capacidad que los otros, pero bueno. En el nuestro, uno que llegó sin relevo, abrumado desde adentro y desde afuera. Con un convicto asilado que aún no se ha convencido que no es el presidente. De hecho, soy de los que luego de mucho analizar, llego a la conclusión que de haber podido correr, el enfermo, no hubiera ganado. Pero eso es harina para otro costal.

Seguimos hacia el norte y nos encontramos con 3 países diferentes. Uno latino, con gran influencia indígena (quizás de los grupos indígenas mas inteligentes que ha habido), pero que esta cooptado por la narco mafia y gobernado por personas que no necesariamente son las más capaces. Hay sus excepciones y aclaro esto, pues no me gusta generalizar.

Su vecino del norte acaba de cambiar de rumbo y, quien se vendió como el salvador de una población frustrada y sin muchas opciones, ha empezado a sacar las uñas y, si lo calificamos por los primeros decretos emitidos, puedo aseverar que no nos equivocamos. Ya parte de su base, la mas religiosa, esta empezando a despertar. Recientemente leí un mensaje en la red X donde hasta una de sus mayores y fervientes fanáticas, de las que aplaudía todas las locuras del agente naranja, pedía excepciones para cubanos, venezolanos y nicas.

Lo que es verdad es que iniciamos cuatro años montados en una montaña rusa. A amarrarse bien los cinturones pues al igual que nos pasó con el loco, habrá que adivinar con qué se sale el día siguiente y cuidado pues, también termina “bajo otra bandera”.

¿Y dónde está la policía?

 

Desde mediados del año pasado, los que vivimos en la ciudad capital y en varias otras ciudades del país, hemos venido sufriendo de un tráfico de vehículos inusual, por denominarlo de una manera benigna. Recuerdo que en agosto y septiembre se escuchaba comentar “cuando llegue diciembre no se va a poder transitar”; sin embargo, llegó diciembre y todos “participamos” de la locura decembrina de salir en carro a comprar, comer o a cualquier otra cosa.

Los panameños (y lo más triste que es que quienes se mudan a Panamá nos copian) tenemos la mala costumbre de no planificar. Si vamos a salir de compras no nos trazamos una ruta y no nos damos cuenta de que, si nos organizáramos, aunque fuera mentalmente, nos ahorraríamos tiempo y gasolina para hacer lo que tenemos que hacer.

Por otro lado, no soy el único que ha comentado, cuando llega alguna fecha de grandes celebraciones en el interior de la república, “así de vacías deberían estar las calles de la capital”, sin darnos cuenta de que si estuvieran así de vacías no habría los negocios y el comercio que afortunadamente disfrutamos, de alguna manera u otra.

Si a eso le suman la partida de locos que, dicen manejar, por las calles de la capital o de las grandes urbes del país. Varios de estos manejan autos pintados de como 6 diferentes tonos de amarillo (y hasta de dorado últimamente) así como los conductores de motocicletas que llevan encargos, comidas, etc. de un lado a otro.

A este grupo se les suma quienes, porque conducen un automóvil más grande que los de la mayoría y por ello se sienten seres superiores y que gozan de privilegios especiales, que no aparecen en ningún manual ni reglamento de tránsito. Son los mismos que a menudo se estacionan en los espacios reservados para personas con capacidades especiales o de mujeres en evidente estado de embarazo.

No se me pueden olvidar los cientos de autos que creen poder pueden usar los carriles reservados para autobuses, taxis recogiendo o dejando pasajeros, autos de la policía y bomberos y ambulancias. El tener luces de emergencia dentro o fuera del vehículo no es autorización para usar ese carril que cumple una función que permite un paso expedito. Y como estos irresponsables lo hacen, ahora otros sin línea alguna lo han imitado.

Soy un convencido que el presidente de la república puede y debe poder utilizar ese carril y cualquier otro que tenga a bien, pero ese, no es un privilegio que pueda “prestarse” a funcionarios de cualquier institución pública, por el simple hecho de tener las famosas líneas amarillas o las referidas luces de emergencia.

Lo mas triste de esto es que ante la cantidad de violaciones al reglamento de tránsito que se producen a diario, pocas veces se ven agentes de tránsito (de la policía o de la ATTT), haciendo cumplir la ley. Pero los días cerca de las quincenas, sobran en las esquinas e intersecciones que ellos saben que es donde mas infracciones se cometen. En otras palabras, aquel adagio que habla de “certeza del castigo” aquí no se implementa.

De allí el título de este artículo de opinión, que quizás nos trae de vuelta a la mente el título de aquella película “Y dónde está el piloto” de los años ochenta, donde lo que menos tenía ese avión era un piloto responsable.

Es cierto que muchas de las personas que conducen vehículo en las metrópolis de Panamá, tienen un conocimiento precario del reglamento que rige la forma de movilizarnos en las calles del país; también es cierto que muchos se sienten con privilegios y muchos otros conductores son unos irresponsables a la hora de manejar.

A veces siento que el “juega vivo” es la verdadera ley de la avenida, los que se sienten “privilegiados” los dueños de esa avenida y quienes deben hacer cumplir las leyes, los grandes ausentes en esa avenida.

Con la cantidad de vehículos nuevos que entran al mercado mensualmente y sin la construcción de nuevas o la ampliación de las existentes calles, poco podemos hacer; pero si podemos poner de nuestra parte quienes conducimos y quienes deben regular sin abusar y así podríamos empezar a mitigar el sufrimiento de conducir.

Los agentes de tránsito saben perfectamente donde se practica el juega vivo (varios que están leyendo este artículo les podemos dar algunas sugerencias) solo resta hacer el trabajo por el que se les paga. Estar cuidando camiones repartidores y encima cobrar por eso, no es una de esas funciones. Y este es solo un ejemplo.

Los ciudadanos debemos empoderarnos y hacer las cosas como se deben hacer. Aquello de “mientras no me vean esta ok” no debería estar, ni en nuestra mente y menos en el vocabulario.   

MENSAJES DESDE LA ASAMBLEA

 

El pasado 1 de enero el país se levantó, de cierta forma esperanzados en el informe que, tradicionalmente, pronuncia el presidente de la república a la nación.

Hago el comentario de esperanzados, pues en los primeros 6 meses de gestión, si bien es cierto se han notado algunos cambios sustanciales, no se ha visto el “mentao chen chen” que fue el eje de su campaña política. El país ha tenido unos 2 o 3 meses muy complicados, por decir lo menos, en especial el mes de noviembre. Los números de diciembre aún no se han compartido, por lo que seguimos confiando en que el último mes del año ayudó a emparejar la cosa un poco.

 El discurso del presidente se ciñó dentro de su estilo, donde enviaba mensajes específicos, no solo al pueblo sino a ciertos funcionarios, casi que con nombre propio. Su discurso debió haber incluido un desafío a los diputados para que legislaran sobre el tema de las botellas que, según lo que destacó el primer mandatario, cercenan la capacidad del estado de ser mas eficiente y profesional.

Un llamadito de atención para quien redacta en presidencia, no existen minusválidos ni impedidos y los términos ciego, sordo o mudo, no son necesariamente la mejor forma de referirse a quienes debemos procurar su integración a la sociedad. En la realidad, las personas con algún tipo de limitación son mas eficientes, mas puntuales y mas productivos que muchos otros que están en esas posiciones por el simple hecho de haber caminado durante una campaña electoral.

No con esto apadrinamos a quienes, escudados por alguna enfermedad específica, se escudan detrás de éstas y se consideran intocables. Ahí hay una gran posibilidad de legislar en favor del bien común. Si alguien no hace el trabajo de acuerdo a su capacidad y para lo que fue contratado, no debe “hacer fila” para no hacer nada y devengar un salario “encorbatado” como se dice en la hermana Colombia.

Durante la inauguración de las sesiones de la Asamblea Nacional, algunos notamos un letrero que desplegaba un diputado, exactamente frente al podio principal. En él se leían 3 “mensajes” que, sinceramente no entiendo por qué estaban en ese lugar porque, el mal imitador del líder de la coalición Vamos, debía de saber perfectamente que él tiene el derecho y la obligación de presentar a la consideración de sus colegas, ya sea en 1er o 2° debate sus opiniones, aportes y sustentaciones a las mismas. Creo que, si buscaba “taquillar”, e<l tiro le salió por la culata.

Sin embargo, aprovecho esta “curul” para compartirle al diputado algunas preguntas que le pueden servir de base para sus próximas intervenciones, ya sea en las comisiones o fuera de ellas.

Primero: ¿Por qué Panamá debería tener la menor edad para pensionarse? Ojo, según nuestra legislación una cosa es pensionarse y otra jubilarse; pero él ya debería saber esto, ¿verdad? 

Segundo: ¿ha investigado el diputado cómo se maneja el SIACAP y los fondos allí depositados? ¿Es que sugiere que el estado no puede manejar correctamente fondos? Le sugiero proponer una forma para que los fondos pertenecientes a la CSS sean invertidos de manera tal que produzcan réditos superiores a los que hoy devengan sentados en cuentas de ahorro o a plazo fijo en los bancos estatales. Los que tenemos nuestras reservas en fondos de pensión devengamos en ocasiones hasta 4 o 5 veces lo que devengan los de la CSS, por la camisa de fuerza que los tiene amarrados.

Tercero: Si persigue garantizar pensiones dignas y buen servicio de salud, ¿por qué no promueve legislación que vaya en ese sentido? ¿Por qué no generar iniciativas legislativas que vayan en este sentido? Inclusive sugiero agregar la capacitación en valores cívicos, éticos y morales, en temas como servicio al cliente y de excelencia en la búsqueda del personal médico y administrativo.

Hacerse eco del lado de quienes nunca proponen, pero siempre tienen una objeción a todo, es colocarse del lado equivocado diputado. Si lo que busca es conseguir votos, solo le recuerdo que ese lado del río ha fracasado estrepitosamente cada una de las ocasiones en que han tratado de que “el pueblo” les compre su mensaje.

Repito un mensaje que compartí algunos artículos atrás: Señores diputados, la Caja del Seguro Social no es del gobierno ni de los empresarios. Es de todos los que aportamos. Tenemos que quitarnos esa mentalidad que, como es una institución pública, podemos y debemos abusar de ella. A sus funcionarios, ustedes son el reflejo del servicio que brindan. Uno que debería ser de excelencia, de servicio espontáneo y de orgullo. Hay varios de ustedes que así lo hacen y se sienten satisfechos por ello, lo ideal sería que el resto los imiten.

ORGULLO POR NUESTRO CANAL

 

Cuando se produjo la elección de Donald Trump como el próximo presidente de los Estados Unidos de América, surgieron una cantidad de conjeturas sobre cómo sería el nuevo gobierno que inicia el próximo 20 de enero de 2025.

Para algunos no había duda que empoderado, al prácticamente tener el control de los 3 órganos del estado, gobernaría a sus anchas casi que rayando en el autoritarismo que lo ha caracterizado, tanto a él como a varios otros dirigentes tanto de izquierda como de derecha en varios países alrededor del mundo.

Sus primeras designaciones no arrojaron sorpresa alguna, inclusive la de algunos de sus postulados a importantes cargos, que optaron por declinar a estas designaciones ante el seguro rechazo de hasta sus propios copartidarios. Destaco que no han sido pocas las críticas que han venido saliendo a la luz pública, por la baja calidad de postulaciones anunciadas por el nuevo presidente.

Uno de estos anuncios fue el que hizo vía la red social X, donde anunciaba la posible designación de Kevin Marino Cabrera, un joven de ascendencia cubana, que tiene un título de la misma universidad donde se graduó la ex presidenta de Panamá Mireya Moscoso y que ejerce como Comisionado en el Condado de Miami Dade en la Florida y que, su hoja de vida, no tiene experiencia diplomática alguna, lo cual había sido una tradición de sus antecesores.

Este anuncio se produjo en medio de una polémica por las declaraciones del propio Trump cuando, basándose en algunas imprecisiones, aseguraba que la República de Panamá, “estafaba” a los Estados Unidos de América, refiriéndose a las tarifas que se deben pagar por cruzar el Canal de Panamá.

Como es conocido, el próximo presidente de EEUU aseguró que se les cobra tarifas exorbitantes a los barcos estadounidenses. Lo extraño es que las tarifas para cruzar el canal no se rigen por la bandera que porta, sino que son negociadas y anunciadas de forma pública por igual para todos. Pero mas curioso es que la gran mayoría de los barcos que tocan puertos estadounidenses no portan la bandera de las rayas y las estrellas.

Como ha sido su talante, profirió una amenaza que para muchos no tiene fundamento, cuando amenazó con exigir la devolución de la vía interoceánica si no se les reducían estos costos. Lo mas curioso es que la única forma en que esto tendría alguna forma de suceder, es que invadieran y se apropiaran de esta pequeña nación que es el eslabón que une, no solo al continente americano, sino que al mundo entero.

Su intervención fue frente a una multitud de seguidores de su “movimiento” MAGA que son las siglas de Make America Great Again  pudiera explicar de alguna manera el “sin sentido común” expresado. Este tipo de audiencia es la misma que aplaudía la supremacía de los hombres de raza blanca y que los miembros del KKK “no eran tan malos”. Por consiguiente, considero que no debería sorprendernos este tipo de declaraciones.

En la realidad lo que percibo es un cierto nivel de preocupación por la penetración de China, no solo en Panamá sino en varios países de Latinoamérica. Pero aseverar que los chinos son quienes manejan el Canal de Panamá, podría verse como una declaración sin base alguna y totalmente falsa. Irónicamente fueron los propios republicanos quienes se alejaron de sus vecinos de continente hacia el sur.

Lo que mas me llama la atención es que hay panameños, no solo residiendo en Estados Unidos de América, sino en Panamá, que defienden y promueven que los estadounidenses regresen a manejar un canal que, en su historia, nunca había operado de mejor manera, con menor accidentabilidad y produciendo mayores beneficios económicos para todos, que durante los 25 años que ha estado siendo operado por manos panameñas.

Por el otro lado, en redes sociales ha surgido otro grupo que aduce que 5 familias eran las únicas que se beneficiaban del canal antes que fuera operado y para el beneficio de los panameños. La verdad es que el papel aguanta todo lo que se quiera escribir. Antes que el canal fuera dirigido y administrado por panameños, los montos recibidos por Panamá eran ridículos, si lo comparamos con los mas de 2,000 millones de dólares anuales que se reciben hoy en día.

Los panameños hemos demostrado nuestro profesionalismo y diligencia para manejar la mas importante ruta interoceánica de la región y ha servido para el desarrollo de una infraestructura portuaria envidiable en todo el continente, ligada a una poderosa industria logística que ha ido caminando de la mano del desarrollo y engrandecimiento de nuestro canal.

Si se dice que “los beneficios del canal” se deben traducir en donaciones de comida, bloques, techos, etc. es pensar en chiquito. Es pensar en una sociedad reducida y desligada totalmente de una realidad nacional. Si bien es cierto el canal cruza el istmo entre las ciudades de Colón y Panamá, sus beneficios inciden en todo el país. El Canal de Panamá es un símbolo de identidad para los panameños, en la misma línea que Roberto Durán, Rubén Blades, Adán Ríos, Mariano Rivera, Erika Ender y tantos compatriotas que nos han llenado de tanto orgullo en los últimos años.

 

lunes, 20 de enero de 2025

ÉPOCA DE CACERÍA

 

Muchos vimos con un asombro poco acostumbrado, el homicidio de un alto ejecutivo de la industria de seguros en los Estados Unidos de América. Cuando escribíamos este artículo de opinión, quien le disparó, casi que a quemarropa y de una manera totalmente premeditada, acababa de ser detenido.

Este pudo haberse considerado un acto de violencia más, en una de las ciudades mas grandes del mundo y donde se jactan de tener la mejor policía del mundo que si cree en “proteger y servir”.

La realidad es que en menos de 5 días desde sucedido el incidente, se detuvo a quien, todo parece indicar, fue el autor del asesinato. El sujeto estaba comiendo en un restaurante de comida rápida y cuando fue detenido, tenía en su poder un arma “fantasma”, de las que se fabrican en impresoras de 3D y hasta un escrito que lo involucra.

Hasta aquí hubiera sido un caso resuelto mas sucedido en “la gran manzana”; sin embargo cuentan los investigadores del caso que el joven de 26 años se tomó el trabajo de utilizar unos casquillos que tenían impreso 3 palabras negar, defender y deponer, muy similares a las que de manera reiterada utilizan los abogados de este tipo de compañía cuando tienen que atender demandas contra las compañías que, o se demoran o niegan los reclamos de quienes pagan sus respectivas pólizas: retrasar, negar, defender.

Esta acción por parte del acusado pudiera dejar entrever que el homicidio no solo fue premeditado, sino que quería enviar un mensaje, el cual pudiera interpretarse como que mientras los altos ejecutivos, sus abogados y las compañías aseguradoras devengan altísimos salarios y bonificaciones, el porcentaje de negaciones a reclamos es de igual manera demasiado alto.

Desde el punto de vista comunicacional, desde el primer momento en que fue anunciado el asesinato y la historia de los casquillos, en las redes sociales más utilizadas, empezaron a aparecer mensajes de personas condenando y aplaudiendo la acción del “vigilante”, cuya identidad aún no se conocía. Inclusive se comenta que de los primeros 100,000 mensajes que aparecieron en cuestión de minutos, casi el 90% eran solidarizándose con el presunto asesino.

Esta acción que dejó sorprendidos a muchos pudiera leerse desde varias orillas. Por un lado, es un reflejo del abuso que las personas sienten que es cometido por las compañías aseguradoras, no autorizando o negando muchos de los procedimientos que se reclaman apegándose a sus pólizas. Por otro lado, pudiera interpretarse como una profundización de la división entre pobres y ricos que ya se está sintiendo en países del primer mundo. Y la tercera y, quizás la mas preocupante, la que implica tomarse la justicia por sus propias manos.

Las recientes elecciones muestran a una sociedad estadounidense dividida casi que, por la mitad, donde abunda el fanatismo de ambos lados. Recordemos que esta, es una nación donde la “la ley del revolver” ayudó a la conquista de gran parte de por lo menos de la mitad del país. Donde es legal el porte de armas y donde se espera que se flexibilicen aún mas las leyes para su porte y uso.

Desde mi balcón, sea cual sea la génesis y el final de este episodio, veo las cosas muy preocupantes. New York es una de las ciudades donde residen grandes cantidades de nacionales de casi todos los países del mundo. No en vano es la sede la Organización de las Naciones Unidas. Si se convierte en “época de cacería” veremos muchos mas ejecutivos de altas corporaciones y sus abogados que, a juicio de muchos, abusan de a quienes deberían servir.

Lo que sucede allá, muchas veces lo sufrimos de igual manera en nuestros países cuando, inclusive bajo el ojo y aprobación de quien debería defender los intereses de los asegurados, las pólizas siguen incrementando su costo, pero reduciendo la cobertura que ofrecen. Se excusan detrás del costo exorbitante de los servicios de médicos y hospitales, quienes igualmente abusan con los precios que cobran. Pero este podría ser perfectamente tema de otro artículo.

Las grandes corporaciones deben empezar a dejar de pensar solo en el cuanto ganarán este año y pensar más en el bienestar de quienes están supuestos a servir. La salud es una necesidad humana, no es un lujo y no debería ser un privilegio exclusivo de unos cuantos. Si las autoridades no cumplen su papel, pasará como después de la pandemia en que las escuelas oficiales estaban sobrecargadas, con alumnos que venían de las particulares y sus padres no podían hacerles frente a las mensualidades de estas.

Los mismo podría terminar pasando aquí con el servicio que ofrece la Caja de Seguro Social, tan mentada recientemente, que tras que no es muy bueno que digamos ahora mismo, imagínense que muchos miles de los asegurados dejen sus pólizas y tengan que ir a atenderse en ese suplicio que padecen los que no pueden pagar dichos seguros privados.

No permitamos que la ley del mas fuerte o de quien tiene las armas se tomen las ciudades y los países. Los valores deberían prevalecer por sobre el vil metal. Tomemos conciencia y no sigamos ensanchando esa gran brecha que sinvergüenzas han venido construyendo por muchos años. No queremos ese tipo de cacería.

¿COLGAMOS LOS GUANTES?

  El mundo sigue enredándose más cada día. A veces me siento como que el expresidente panameño convicto y condenado, tuviera la influencia c...