miércoles, 30 de abril de 2025

MENSAJES DESDE LA ASAMBLEA

 

El pasado 1 de enero el país se levantó, de cierta forma esperanzados en el informe que, tradicionalmente, pronuncia el presidente de la república a la nación.

Hago el comentario de esperanzados, pues en los primeros 6 meses de gestión, si bien es cierto se han notado algunos cambios sustanciales, no se ha visto el “mentao chen chen” que fue el eje de su campaña política. El país ha tenido unos 2 o 3 meses muy complicados, por decir lo menos, en especial el mes de noviembre. Los números de diciembre aún no se han compartido, por lo que seguimos confiando en que el último mes del año ayudó a emparejar la cosa un poco.

 El discurso del presidente se ciñó dentro de su estilo, donde enviaba mensajes específicos, no solo al pueblo sino a ciertos funcionarios, casi que con nombre propio. Su discurso debió haber incluido un desafío a los diputados para que legislaran sobre el tema de las botellas que, según lo que destacó el primer mandatario, cercenan la capacidad del estado de ser mas eficiente y profesional.

Un llamadito de atención para quien redacta en presidencia, no existen minusválidos ni impedidos y los términos ciego, sordo o mudo, no son necesariamente la mejor forma de referirse a quienes debemos procurar su integración a la sociedad. En la realidad, las personas con algún tipo de limitación son mas eficientes, mas puntuales y mas productivos que muchos otros que están en esas posiciones por el simple hecho de haber caminado durante una campaña electoral.

No con esto apadrinamos a quienes, escudados por alguna enfermedad específica, se escudan detrás de éstas y se consideran intocables. Ahí hay una gran posibilidad de legislar en favor del bien común. Si alguien no hace el trabajo de acuerdo a su capacidad y para lo que fue contratado, no debe “hacer fila” para no hacer nada y devengar un salario “encorbatado” como se dice en la hermana Colombia.

Durante la inauguración de las sesiones de la Asamblea Nacional, algunos notamos un letrero que desplegaba un diputado, exactamente frente al podio principal. En él se leían 3 “mensajes” que, sinceramente no entiendo por qué estaban en ese lugar porque, el mal imitador del líder de la coalición Vamos, debía de saber perfectamente que él tiene el derecho y la obligación de presentar a la consideración de sus colegas, ya sea en 1er o 2° debate sus opiniones, aportes y sustentaciones a las mismas. Creo que, si buscaba “taquillar”, e<l tiro le salió por la culata.

Sin embargo, aprovecho esta “curul” para compartirle al diputado algunas preguntas que le pueden servir de base para sus próximas intervenciones, ya sea en las comisiones o fuera de ellas.

Primero: ¿Por qué Panamá debería tener la menor edad para pensionarse? Ojo, según nuestra legislación una cosa es pensionarse y otra jubilarse; pero él ya debería saber esto, ¿verdad? 

Segundo: ¿ha investigado el diputado cómo se maneja el SIACAP y los fondos allí depositados? ¿Es que sugiere que el estado no puede manejar correctamente fondos? Le sugiero proponer una forma para que los fondos pertenecientes a la CSS sean invertidos de manera tal que produzcan réditos superiores a los que hoy devengan sentados en cuentas de ahorro o a plazo fijo en los bancos estatales. Los que tenemos nuestras reservas en fondos de pensión devengamos en ocasiones hasta 4 o 5 veces lo que devengan los de la CSS, por la camisa de fuerza que los tiene amarrados.

Tercero: Si persigue garantizar pensiones dignas y buen servicio de salud, ¿por qué no promueve legislación que vaya en ese sentido? ¿Por qué no generar iniciativas legislativas que vayan en este sentido? Inclusive sugiero agregar la capacitación en valores cívicos, éticos y morales, en temas como servicio al cliente y de excelencia en la búsqueda del personal médico y administrativo.

Hacerse eco del lado de quienes nunca proponen, pero siempre tienen una objeción a todo, es colocarse del lado equivocado diputado. Si lo que busca es conseguir votos, solo le recuerdo que ese lado del río ha fracasado estrepitosamente cada una de las ocasiones en que han tratado de que “el pueblo” les compre su mensaje.

Repito un mensaje que compartí algunos artículos atrás: Señores diputados, la Caja del Seguro Social no es del gobierno ni de los empresarios. Es de todos los que aportamos. Tenemos que quitarnos esa mentalidad que, como es una institución pública, podemos y debemos abusar de ella. A sus funcionarios, ustedes son el reflejo del servicio que brindan. Uno que debería ser de excelencia, de servicio espontáneo y de orgullo. Hay varios de ustedes que así lo hacen y se sienten satisfechos por ello, lo ideal sería que el resto los imiten.

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