Recientemente en un grupo del
famoso “whatsapp”, comentaba tal cual lo he venido haciendo hace meses, que la
generalización, la falta de respeto y la intolerancia, no deberían ser la
marca, con la que se acabe el período electoral cuya etapa final acaba de
iniciar, con los cierres de campañas de los diferentes candidatos a puestos de
elección, tan variopintos como los candidatos en si.
Infortunadamente, estos “vicios de
campaña” y falta a los valores que todos deberíamos practicar, han prevalecido,
pues nos convencen o nos convencemos nosotros mismos que somos los dueños de la
verdad y en ese afán por influir en la forma de pensar (y eventualmente de
votar) de nuestros familiares y amigos, pisamos la dignidad y la inteligencia
de éstos a quienes decimos amar o por lo menos respetar.
He participado de discusiones por
este innovador medio, el cual para nuestro infortunio, no nos permite verle la
cara al escritor y por ende tampoco percibir su estado de ánimo ni su
favoritismo o adversión por uno u otro candidato. Por lo tanto, a lo mejor
quien recibe el mensaje no lo lee con el mismo espíritu con el que fue escrito
y en vez de objetarlo con argumentos, inicia un periodo de críticas,
descalificaciones e insultos, que lo que produce es que se despierte el pequeño
“fanático” que todos llevamos por dentro y de allí, hay un solo paso hasta el
“apocalipsis de la civilización”.
Creo que esta es una campaña
política totalmente atípica, a la cual los panameños no estábamos acostumbrados;
los medios tradicionales han jugado un papel mucho mas importante que el que
ellos mismos habían previsto. Las redes sociales han tenido un protagonismo
bastante ajustado a lo que se esperaba, sin embargo me da la impresión que la
participación en las redes donde interactúan mas adultos, tipo Facebook y
twitter, han tenido una relevancia mas significativa que la prevista.
Interesantemente, todas incentivan
la participación de los votantes mas jóvenes, pero irónicamente lo hacen
mayormente en las redes que mas utilizan
los de mayor “trayectoria”. No con esto digo que no ha habido presencia en
otras, pero destaco lo que a mi juicio me llama la atención.
Regresando al tema inicial,
campañas como “NoalaReelección” se interpretó, erróneamente, a mi parecer, de
manera “ampliada” como un No a los partidos tradicionales. Sin embargo, según
las encuestas, sondeos, simulacros de votación, etc. a los que he tenido
acceso, parecieran decir que mas del 50% de quienes saldrán a votar el 5 de
mayo, lo harán por un partido político.
En las votaciones a la Asamblea
Nacional, creo que la cosa cambiará; considero que se debe votar a conciencia,
por buenos candidatos, sin importar si vienen de un partido político o si son
candidatos por la libre postulación. Hay gente buena en todos lados y creo que,
un sector de la población equivocó su enfoque y podrían rechazar a los mejores
candidatos, por el simple hecho de venir postulados por un partido político.
Los panameños debemos aprender a
votar en favor de alguien o de algo y no seguir como papagayos repitiendo
frases negativas y seguir votando en contra de alguien; miren lo mal que nos ha
ido votando así.
Panamá necesita de un candidato de
carácter fuerte, con decisión y que no le tiemble la mano para enfrentar a
corruptos, vengan de donde vengan, inclusive dentro de sus propias filas. Es
claro que, por el sistema de gobierno que tenemos, no será fácil enfrentar al
“establishment”, pero no me suena que un candidato que ha luchado tanto por
llegar, se deje “gobernar” y por ello requerirá de astucia política para
negociar las alianzas parlamentarias que necesite, al menos hasta que se cambie
o reforme la constitución que nos rige.
La oferta electoral para presidente en estas
elecciones es amplia y variada. Desde una izquierda que ha procurado “suavizarse”
un tanto para estas elecciones hasta una extrema derecha, que a mi juicio
procuró buscar votos en “granjas políticas” estilo las de Bolsonaro en Brasil o
Uribe en Colombia, donde la intolerancia política prevalece. Afortunadamente no
les veo muchas posibilidades a estos candidatos y cuidado que el partido que
sigue promoviendo la izquierda amanecida, no sobrevive de nuevo.
Nos quedan 3 candidatos de partidos
y 2 por la libre postulación. No se debe descartar a ninguno, sin embargo las
pocas canas que luzco me dicen que la candidata por la libre postulación no
sobrepasará ese techo imaginario de seguidores fieles, que ven en ella una
alternativa real y admiran su coraje y valentía al hablar y actuar.
El panorama se estrecha entonces y
se nos plantea un campo de 3 candidatos con algún tipo de experiencia en la “cosa
pública” y uno que no tiene una trayectoria alguna en el “manejo del gobierno”,
no por esto descalificable como candidato. Uno de estos, el que representa al
partido en gobierno, a pesar de su notoria trayectoria y gran experiencia,
podría dar una sorpresa, pero no considero que le alcance para disputar la
silla presidencial en esta vuelta.
Aquí es donde la carrera, se centra
en 3 contendientes (iba a hablar de caballos, pero me arrepentí por obvias
razones, son pocos los que pueden hablar con ellos). A mi juicio, cualquiera
pudiera ganar el 5 de mayo. Eso es lo que mas me preocupa, pues significaría
que existe la posibilidad que pudiera regresar la desinstitucionalización que
prevaleció en el quinquenio anterior y que en el actual no es que se haya
fortalecido mucho que digamos.
Ojalá las calificaciones, el
carácter y la fortaleza de quien gane esta “carrera presidencial” prevalezca
contra el voto “en contra de” y la descalificación. Cualquiera que gane deberá
contar con cierto respaldo propio en la Asamblea Nacional, no solo de sus
partidos sino de diputados que quieran a Panamá y a su pueblo (tan “mentao” en
las elecciones).
Debemos bajar la velocidad a esta “seguidilla”
de insultos, descalificaciones y ataques a la vida íntima de los candidatos o
de sus familias; ¡eso no es democracia! Mientras tanto, nosotros la masa
votante, no nos debemos dejar llevar por las pasiones, por el fanatismo ni por
la descalificación.
Mas bien, estudiemos, investiguemos
y no se crean todo lo que aparece en las redes sociales. Busquemos a ese
candidato de carácter, de carisma y de decisión, que sepa defendernos de los
ataques externos, que sepa enfrentar las crisis, promover la inversión, que nos
deje trabajar y que sepa guiarnos a todos juntos por los próximos 5 años, hacia
el Panamá que todos queremos y anhelamos.