domingo, 8 de agosto de 2010

Hay que tener orgullo (La Estrella de Panamá - Viernes 6 de agosto de 2010)


Por regla general trato de ser amplio, quizás un tanto conservador, pero abierto a nuevas y mejores ideas; pero hay algunas cosas que no entiendo, no por bruto o ignorante, sino porque no me hacen sentido. Por ejemplo, no entiendo cómo alguien puede pensar que un organismo deportivo ubicado fuera de Panamá, pueda dictar reglas sobre cómo debemos gobernarnos los panameños. No entiendo cómo ese mismo organismo deportivo puede amenazarnos y los borregos debemos quedarnos callados.

Me refiero, obviamente, al reciente pronunciamiento de la organización que organiza los Juegos Bolivarianos y/o la organización deportiva regional, la cual sugeriría que por el Gobierno Nacional acatar los fallos de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) podríamos, no solo perder la sede de los Juegos Bolivarianos del año 2014, sino que podría suspenderse la participación de Panamá en competencias deportivas en general. O sea, ¡éste organismo pretende mandar más en Panamá que La CSJ!

Debo suponer que éstos ‘distinguidos’ dirigentes deportivos no vieron la transmisión o el video del abucheo (más grande que el que se le ha dado a cualquier presidente de la República en función) que le dieron al ex presidente del Comité Olímpico de Panamá (COP), quien se vio forzado a reducir el discurso que traía preparado para inaugurar los Juegos Centroamericanos, que tan exitosamente fueron organizados en Panamá. Esa misma persona es, junto a otros sinvergüenzas, a quienes los panameños rechazamos categóricamente, pues han tenido al deporte nacional sumido en la peor ‘era negra’ que recuerdo. Solo florecen atletas, muy individuales, que no requieren del respaldo de ésta viciada dirigencia.

Lastimosamente el último presidente del COP, representando a ése grupo, pese a ser una persona honesta y trabajadora, se ha visto envuelto en ésa vorágine deprimente, que no ha hecho otra cosa que provocar la decepción a quienes nos gusta y hemos practicado el deporte. Ojalá y los buenos dirigentes recapaciten y depongan sus intereses personales, para que, bajo una dirigencia justa, honesta y capaz de soportar cualquier áudito, empiecen a reconstruir los caminos que llevaron a nuestros deportistas a ocupar posiciones cimeras en nuestras justas regionales y a fomentar la formación de nuevos Irvings, Edgars, Eileens y tantos otros que buena gloria dieron a nuestro país.

Ojalá el gobierno no ceda ante el chantaje al que están acostumbrados esos viejos dirigentes, que se valen de sus igualmente viejas amistades para amenazarnos. Si nos tenemos que quedar fuera de éstas competencias por dos, cuatro o siete años, pues nos quedamos afuera, pero guardamos nuestro honor y orgullo como nación y pueblo luchador. No hay dos comités olímpicos, solo dos grupos disputándose su dirigencia y mientras tanto los atletas son los que sufren. Pensemos en éstos deportistas, en nuestra juventud y en nuestro querido Panamá.

En el mundo de la política

  Inicio advirtiendo que este artículo no pretende convencer a nadie sobre como debe ejercer el voto para las próximas elecciones. Todos p...