sábado, 27 de enero de 2024

¿Iluso Yo?


La próxima semana en varios países se inicia el carnaval; irónicamente se dice que es lo único que los panameños tomamos en serio. Lo que si es cierto que uno de los pocos rubros en que destacamos contra nuestros vecinos del continente; somos los que tenemos el récord de mayor consumo per cápita de cerveza.

Las fiestas carnestolendas se han venido celebrando en Panamá de manera oficial, desde 1910, en el que el entonces alcalde capitalino, José Agustín Arango, oficializó mediante decreto alcaldicio las fiestas que desde varios años atrás, los esclavos de origen africano ya celebraban en la región de Azuero.

Se dice que los carnavales nacen en la antigua Roma, como una fiesta pagana en honor del dios Baco. Durante esas fiestas todo se desordenaba, siempre acompañadas de abundante licor, vino principalmente.

Este año, por una de esas coincidencias, el inicio de la campaña política que debe culminar con las elecciones del 5 de mayo, se junta con la semana donde las reinas de muchas lugares en el país son coronadas e inicia la juerga, el desorden, el consumo de licor y según se dice, la gestación de muchos niños que nacerán en noviembre.

Es indiscutible que el carnaval es la fiesta del panameño, a quienes, como cosa no tan común en el resto del continente, hacemos de las elecciones una verdadera fiesta democrática. En el carnaval se puede a gente de todos los estratos sociales echarse agua, confeti y hasta las infames harina y añil, sin ningún tipo discriminación. Todos nos unimos para disfrutar ya sea en los parques del interior de la república, en los populares toldos, en los ríos de varias localidades, en el mar o en la cinta costera capitalina. Lo importante es que haya agua; mucha de ella.

Ojalá tomáramos ese comportamiento de unirnos y disfrutar todos juntos, que hemos practicado con anterioridad, durante la campaña política que se nos avecina. Al final del camino todos somos panameños. Todos debemos ir a trabajar el 6 de mayo y todos estaremos pendientes de la toma de posesión del nuevo presidente el 1 de julio. Eso precisamente es lo que necesita el país.

Si el 2 de julio empezamos a criticar y no permitir que la persona electa, desarrolle el plan de gobierno que nos presentó y sencillamente hacemos algo en lo que somos profesionales criticamos por el simple hecho de criticar, flaco favor le estaremos haciendo al país, que necesita de todos sus buenos hijos.

Como ciudadanos tenemos el derecho y deberíamos tener la responsabilidad (para no decir la obligación) de participar de la política. Estén o no estén inscritos en un partido político, como ciudadanos tenemos ese compromiso. Esa es la verdadera democracia.

Yo exhorto a todos mis amigos que impongamos una moda: Si vemos o escuchamos a alguien practicando el “hobby” preferido de criticar sin fundamento, repitiendo alguna locura que leímos en las redes o sencillamente inventando alguna de esas locuras que alguien dice y el resto repite, por favor, llámenle la atención.

Mientras mas repitamos, copiemos y republiquemos alguna descalificación a priori, menos de la gente buena querrá involucrarse en aspirar por un cargo de votación. A nadie le gusta que se le calumnie, que solo serviría para desprestigiarlo. Motiven a esos criticones profesionales, que practiquen la recomendación de “No repostear (o repetir) sin verificar”.  Créame que si usted repite algo que luego se comprueba que no es cierto, el que va a quedar mal es usted.

Los exhorto a disfrutar la campaña política como disfrutamos los carnavales. Destaquemos lo bueno de los candidatos. No creo que ninguno de ustedes quisiera que lo metieran en el mismo paquete que varios de esos sinvergüenzas que nos han gobernado en los últimos años, que nos han mentido, que han trabajado para beneficiarse ellos mismos, esparciéndo algunas migajas a quienes los colocaron en esos puestos.

No permitamos que se popularice esa desgracia de frase de “robó pero hizo”. Como panameños nos debería dar pena que se nos considere cómplices del desfalco a la nación a cambio de ver hacia otro lado. Ojalá los panameños escojamos a personas con las calificaciones y experiencia que se requiere para sacarnos del lodo en que algunos malos gobernantes y políticos nos han querido ahogar.

Habrá quien me tilde de iluso, pero creo que todo es posible y mas si en nuestras manos está el poderlo hacer.  ¡Disfrutemos del carnaval y de la campaña!


Artículo publicado originalmente en el Diario La Prensa de Panamá.

 

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