lunes, 13 de mayo de 2024

Ganadores y Perdedores

 

Por regla general después de una comilona, bebidas incluidas, uno amanece “engomado” o con resaca. Esa fue la sensación que muchos tuvieron la noche del pasado domingo, al conocerse el resultado de las elecciones en Panamá.

Como dije en artículos anteriores, aceptar una derrota, nunca es fácil, sin embargo, por el bien de Panamá, es necesario deponer intereses y promover esa unidad nacional de la que tanto se habló en campaña; bueno, no todos, pero si un significativo grupo.

La realidad es que el candidato proclamado ganador, obtuvo el respaldo del 35% de los casi 2 millones y medio de personas quienes salieron a ejercer su derecho al sufragio, lo cual indica que salió a votar una cantidad superior a lo que había sido el promedio de personas que votan en un proceso que se da cada 5 años.

Tratando de hacer un análisis un poco mas profundo de los resultados, debemos reconocer que hubo grandes ganadores, ganadores, grandes perdedores e igualmente perdedores simples.

Yo diría que el gran ganador de la jornada es Juan Diego Vásquez, que sin contar con un partido, logró amalgamar un grupo de candidatos a alcaldes, diputados y representantes de corregimiento, que lo hacen ver como un fenómeno de la política criolla y abanderado indiscutible de la oposición en Panamá. Inclusive, su grupo Vamos quedó a muy pocos diputados de tener ese tercio que le garantiza ser el fiel de la balanza y nos garantiza a los ciudadanos esa protección en contra de los desmanes políticos a los que estamos acostumbrados.

Ganadores creo que hay varios; destaco el triunfo de una joven alcaldesa en Arraiján que había sido postulada por el Partido Popular luego de haber obtenido su candidatura por la libre postulación. De igual manera se destaca el triunfo de algunos candidatos en áreas donde antes habían sido dominados por el clientelismo de partidos tradicionales. Otro ganador, por carambola, es el partido popular que, sin tener candidatura de dentro de sus entrañas, se alza con curules en el PARLACEN y un considerable subsidio electoral.

El título de grandes perdedores es disputado por varios. Iniciando por el candidato del PRD, que no solo perdió estrepitosamente, como se había previsto, sino que porcentualmente, sacó mucho menos que el que obtuviera el candidato panameñista, cuando perdió en el año 2004. Los otros dos perdedores fueron los candidatos de la fórmula presidencial de la alianza CD/Panameñismo. Considero que con esta elección el candidato del CD perderá todo el caudal político que le quedaba. Igualmente, su compañero de fórmula, que cedió la candidatura presidencial, pierde toda la fuerza que le quedaba y considero que muy pronto verá su liderazgo frente al partido eliminado totalmente.

Perdedores también podemos señalar a la actual dirigencia del PRD, que no solo apenas si salieron electos, sino que han perdido alcaldías y representantes de corregimiento a diestra y siniestra. Su poder político dentro del partido se ve seriamente afectado.

Pero pasada la “goma”, hay varios caminos. Uno, es hacer lo que hacen muchos, mirar para el otro lado, despotricar contra todos en las redes y esperar a que, dentro de 5 años, vuelva un mesías a ganar con menos del 40% de los votos.

Otra opción es que nos activemos en una organización política y desde ahí empezar a construir nuevas alternativas que redunden en beneficios para este bello país.

Una tercera opción que pudiera ser desarrollada por muchas personas, es la de crear lo que pudiera denominarse “escuela de vecinos” las cuales pudieran servir de salón de clases para, suplir la ausencia de las materias “cívica” y “lecciones de gobierno”, y compartir nuestros conocimientos para ir educando a muchos ciudadanos que están ávidos de recibir estos conocimientos que al final, rendirá grandes beneficios cívicos al país.

No podemos seguir siendo tan pasivos como lo hemos estado practicando en años recientes. Lo que le espera a Panamá en los próximos años no es fácil. Requerirá de sus mejores hombres y mujeres que, con su mejor disposición, le busquen soluciones a los graves problemas que nos lega la actual administración.

Hay que reformar el sistema educativo, el sistema pensional de la CSS, la planilla estatal abultada, la construcción y mantenimiento de infraestructuras a nivel nacional, incluyendo los caminos de producción, el sistema de disposición de desechos y promover los incentivos a la industria agropecuaria de manera que podamos competir en igualdad de condiciones con nuestros vecinos, entre otros.

Se deben hacer reformas a la constitución que contemplen el modelo de elegir a autoridades, las alternativas para reformarla y quienes podrían hacerlo.

En fin, hace falta mucho por hacer. Ojalá los “líderes” del país se sienten a pensar, no en egos o descalificaciones innecesarios, sino en como componemos el deterioro social y cívico que todos percibimos, pero pareciera que a pocos nos preocupa. Debemos aportar para construir esa nueva nación que, basada en valores se requiere para tener un mejor Panamá.

Artículo publicado originalmente en e Diario La Prensa de Panamá.

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