Esta es una pregunta que me hacen varios amigos, algunos muy
cercanos, sobre el por qué hace poco mas de un año decidí volver a acompañar a
Martín en su camino a la presidencia de la república. En realidad, podría darle
varias clases de respuestas. Estas dependerían de a quienes se las ofrezco.
Empecemos por las más fáciles… Algunos de estos amigos o conocidos, no importa
lo que les pueda decir, nunca van a votar por Martín. Pero si así fuera, los invito a
que, siga leyendo hasta el final, por favor.
Conozco a Martín hace muchos años, muchos más de los que
inclusive él se llega acordar. Ambos coincidimos en asistir al Instituto
Pedagógico, en las Cumbres. Una “pequeña” diferencia en edades nos separaba y
en aquel entonces yo iba de salida y él estaba en los años superiores de la
primaria.
A Martín posteriormente lo traté en reuniones sociales, ya de
novio con la que ha sido su esposa y madre de sus hijos y debo confesar que
siempre fue el mismo tipo; o sea no ha cambiado su carácter, ni su forma de ser,
ni de tratar a las personas. Un “buen tipo”, como me comentaría un amigo.
Años mas tarde me tocó frecuentar con él durante su primer
intento por llegar al Palacio de las Garzas. En ese entonces mi participación
fue más la de un activista. Años después, en su segundo intento, me invitó a
organizar el grupo que posteriormente tomó el nombre de Los Amigos de Martín,
donde quienes no militábamos en ningún partido nos agrupamos para apoyar su
candidatura. En esta ocasión salimos airosos y considero que hizo uno de los
mejores gobiernos que hemos tenido hasta ahora.
Lo que logró Martín en este período sirvió de base, así haya
a quienes no les guste aceptarlo, para el desarrollo y crecimiento de nuestro
país. No solo preparó a Panamá para recibir la calificación de “grado de
inversión” sino que promovió leyes, implementó otras y fortaleció otras más que
sirvieron para, entre otras cosas, que se lograra los niveles de transparencia
que el país requería. Además, gracias a su gestión, muchas empresas
multinacionales se han establecido en el país, creando más de 10,000 plazas de
empleo de calidad y haciendo que Panamá retomara su sitial como “Puente del
Mundo y Corazón del Universo”.
El legado de Martín sirvió de base para que las próximas
administraciones hubieren podido hacer muchas de las obras multimillonarias que
se hicieron, las cuales, si no se hubieran sentado las bases, repito jamás se
hubieran hecho. Infortunadamente la institucionalidad del país se vio herida,
casi de muerte, por las ansias de poder de un megalómano acomplejado, que se
creyó emperador de nuestra pequeña patria. La mayoría de los desastres que
estamos sufriendo hoy en día, son consecuencia de esa des institucionalización
que estamos padeciendo hoy y de la cual se aprovechan los más sinvergüenzas.
A diferencia de sus sucesores, Martín fue un estadista. Un
hombre que trabajó por su país. Colocó a Panamá de vuelta en un sitial de honor
en materia internacional. Eso le sirvió para que, en los años posteriores a su
mandato, fuera contratado para hacer consultoría en varios países llegando a participar
de la reconstrucción de algunos de los países mas pobres de la región.
Sus detractores hoy lo “insultan” diciendo que es PRD. Se chocan
con una pared, pues si bien es cierto hizo su carrera política dentro del
partido que fundó su padre, se vio forzado a renunciar, frustrado por el actual
liderazgo de ese partido. Él se siente “torrijista”. Y ha explicado hasta la
saciedad lo que quiere decir este término, que no se hereda por el simple hecho
de pertenecer a un partido, sino por el tipo de políticas que se desempeña. Irónicamente
pregunto: Si Omar Torrijos estuviera vivo, ¿por quién creen ustedes que
haría campaña y votaría? Así mismo es, no hay más discusión, ¿verdad?
Sus contrincantes, al no encontrar mucho material para
adversarlo en la contienda, sugieren que “gobernará con PRDs”. Yo puedo dar fe
que alrededor de Martín, hay mucha gente buena y capaz que estamos dispuestos a
sacrificar mucho por llevar al país a ese puesto entre las naciones que pareciera
que hemos estado perdiendo.
Amigos todos, estoy convencido que el país necesita de sus
mejores hombres y mujeres, liderados por un hombre de familia, con valores, con
la capacidad que se requiere para trabajar desde el día uno, para recuperar el
país. Ojalá, Martín reciba ese respaldo mayoritario y decisivo no solo para
llegar a la presidencia, sino que pueda contar con capacidad de manejo en el
órgano legislativo, alcaldías y corregimientos de todo el país.
Estamos en una encrucijada en la que Panamá debe escoger
entre los que malversaron los fondos del país y quien los produjo; entre los que
solo critican y no tienen mucho que proponer; entre los que anteponen sus
compromisos económicos y alguien que de verdad ame nuestro bello terruño y que,
a través de la educación, la capacitación, las relaciones internacionales, el
apoyo a la industria y de quienes todos los días se levantan para echar este
país para adelante, con ánimo y fe en el Todopoderoso, llevemos a Panamá por
ese cambio seguro al Panamá Posible que todos anhelamos y que colocará a Panamá
A Otro Nivel.
Amigos, este domingo 5 de mayo, si ya te definiste, cumple
con tu conciencia y si aún tienes duda, frente a la papeleta dale GANCHO AL 2 y
súmate a los miles que apoyamos a Martín para ayudarlo a recuperar al país y
que regrese ese bienestar que tanto extrañamos para nuestras familias.