El campeonato mundial de fútbol,
que se desarrolla en Catar, lleva apenas una semana de iniciado, pero ya nos
está dejando algunas lecciones que todos debemos tomar en cuenta y aprender.
1.
Para la FIFA, la primera lección: “La
plata no lo es todo”. No importa cuanto “ofrezca” un país, se debe evaluar lo
que le conviene al deporte y a su afición a la hora de escoger la(s) sede(s) de
los próximos mundiales. Entre otras cosas, no es justo que se vean estadios con
muy poca asistencia de público.
2.
Recordar que el fútbol, es un deporte
que se juega con balón “redondo” y que no importa que tan “grande” sea una
selección o que tanta trayectoria tenga en mundiales, las mas chicas los pueden
sorprender. La humildad es el mejor valor para practicar entre los grandes.
3.
Que llegar a un mundial de fútbol es un
gran logro para los jugadores y para el país a quienes representan. Desmeritar
el esfuerzo que se hace para que podamos ver el mejor fútbol del mundo, es ser
mezquinos, egoístas y hasta envidiosos.
4. Que no
importa de cual continente venga una selección, los resultados nos están
demostrando que no se debe menospreciar a ningún equipo representativo de
países que tradicionalmente no han alzado la copa del mundo.
5.
Que gritarle o insultar a la televisión,
no va a cambiar un fallo de parte de los árbitros que, como humanos pueden
equivocarse.
6.
Lo que no se debe tolerar es cuando
estos mismos árbitros pitan decisiones alejadas de la realidad o del
reglamento, por el simple hecho que sea mas conveniente para la taquilla o el
rating.
7.
Que ver los partidos, sin importar a qué
hora se presenten, debería ser un compromiso obligatorio para todos los
jugadores de los países que no clasificaron.
8.
Que cambiar de época la celebración de
los mundiales no es muy conveniente, especialmente para los jugadores que
llegan mas cansados, por haber estado participando más recientemente, de las respectivas
ligas donde juegan regularmente.
9.
Que hay que aplaudir la introducción de
la tecnología en los fallos que anuncian los árbitros y oficiales de los
partidos.
10.Que pensar
que jugar al nivel que se disputa un mundial, participando de “birreas” del
barrio, sin una instrucción correcta, es tener sueños de opio.
11.Que la
empresa privada y los gobiernos podrían combinarse para fomentar la creación de
escuelas de fútbol, que eventualmente se conviertan en la cuna de mejores
jugadores para, por ejemplo, nuestro país.
12.Que hay
algunos narradores de partidos que eran y siguen siendo insoportables. Especialmente
en países que están convencidos que son “potencia mundial” y si no fuera por la
“ayuda” de los árbitros, no podrían estar en estos encuentro mundialistas.
13.Que la FIFA podría, en lugar de aspirar
a recortar el intervalo entre mundiales del cual se ha conversado, podría
promover un “mundialito” en el cual, por invitación, participen exclusivamente
los países que no lograron clasificar al mundial.
Estas son
algunas de las lecciones que he podido percibir que nos está dejando el mundial
de Catar.
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