viernes, 29 de marzo de 2024

En el mundo de la política

 

Inicio advirtiendo que este artículo no pretende convencer a nadie sobre como debe ejercer el voto para las próximas elecciones.

Todos pensamos que Panamá es un país único. Evidentemente a veces el amor patrio enceguece la razón, por eso, siempre debemos tener los pies sobre la tierra y ver las cosas como son y no como nos gustaría que fueran.

Los ganadores siempre tienen una explicación sobre el por qué ganaron y los que no ganaron, siempre buscarán la forma de “justificar” el no haber ganado (nunca una derrota).

De la misma manera, cuando conversaba de joven con quienes fueron protagonistas de nuestra historia política, siempre había dos versiones de la misma historia. Inclusive, de los golpes de estado y hasta del asesinato del presidente Remón. En fin, como entre quienes protagonizaban siempre había abogados, abundaban las versiones sobre el mismo hecho.

Hasta 1968, hubo un reducido grupo de familias que se “alternaban” en el poder y con ello la riqueza, recursos y tantas cosas que desde el nacimiento de la república ha tenido este pedacito de tierra. Los golpes de estado no eran por ideología, sino que se convertían en un quítate tú, para ponerme Yo.

Este año se han producido muchas situaciones inéditas que han cambiado mucho el posible devenir de las elecciones de mayo y del país en sí. No solo por la cantidad de candidatos, sino por la diversidad o similitud entre ellos.

Así las cosas, tenemos candidatos que, a juicio de muchos, no tienen mucha oportunidad de ganar, sin embargo, obtendrán una cantidad de votos que, bajo otra situación, a lo mejor no se hubieran producido. La desproporción en los recursos que reciben los candidatos por la libre postulación produce un gran desbalance en las oportunidades que tienen estos candidatos de ganar. Cada uno de ellos, está aspirando por razones muy diferentes, desde mi perspectiva. ¿Cuántos votos obtendrán? no se sabe, pero desde mi balcón, me atrevería a asegurar que ninguno superará entre el 2 y 5% de los votos emitidos.

Entre los postulados por partidos no se debe descartar a ninguno, pues en el papel todos tienen una oportunidad de sentarse en el Palacio de las Garzas el 1 de julio próximo. De estos hay algunos que quizás por su estructura y/o tamaño tienen una fuente de financiamiento muchísimo mayor que los demás. He aquí otra injusticia. Alianzas que reciben mas de 20 o 30 millones, mientras otras no llegan a los 3 millones.

Aun así, cada campaña hace lo mejor con lo que tiene, pero el desbalance se verá el día de las elecciones pues ese día se requiere una logística muy peculiar.

Entre los otros candidatos restantes, hay uno que aparte que recibe mucho dinero cuenta con el respaldo de varios medios amarillistas o guerrilleros, como se les conoce y en pasillos se menciona que es el candidato del bloque empresarial. Considero que pesa sobre su espalda el haber desmeritado a quienes protestaban en contra de la mina o del contrato minero. Aún así cuenta con un significativo respaldo.

El candidato oficialista que busca lograr una continuidad para su partido, inédita en la historia electoral moderna, se percibe con un deterioro paulatino en su imagen y en su campaña. Cuenta con un presupuesto casi inagotable gracias al subsidio y al aporte de donantes que buscan seguir en el “negocio”; esto le ha permitido un gran despliegue publicitario y de material promocional, sin embargo no se le percibe como uno de los contendientes con oportunidad real.

Luego viene otro que “heredó” la candidatura. Su caudal político se limita a lo que le dejaron ya casi hecho, sin embargo, pareciera que empezó a distanciarse de algunas de las figuras que no le aportan mucho. Tiene una posibilidad real, aunque aún no se sabe si ésta le durará hasta las elecciones de mayo.

También hay otro que se estrena como candidato partidista, que pareciera que ha orientado su campaña, al estilo estadounidense, que se basa en la descalificación de sus contrincantes. Sin embargo, no estoy tan seguro de que le esté dando el resultado esperado, ni siquiera entre la juventud que es la que más rechaza la confrontación irrespetuosa.

El último de los candidatos, postulado por un partido que no ha tenido un candidato propio en las últimas contiendas electorales, se proyecta apoyado por grupos que han migrado de otros partidos donde no se sienten representados o de grupos independientes que se han ido consolidado. Hijo de uno de los líderes tradicionales del país, goza de la solvencia que le da su apellido, de su previa experiencia y de prestigiosos nombres que lo apoyan.

Con esto en mente, aún no hay un claro ganador, a pesar de que, según los encuestadores, vivimos en 3 o 4 diferentes países. Ojalá los votantes no se dejen influenciar por estas y voten a conciencia, pensando en el futuro de sus hijos y de Panamá.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR UN MEJOR PANAMÁ

  Día de la Patria. Todo es contento y alegría. Hasta el mismo sol, desde el balcón de Dios, ríe a carcajadas: carcajadas de luz. As...