Hay muchos que dicen que la política tiende a dividir mas que a aglutinar y esto sucede “hasta en las mejores familias”. Mi perspectiva es más bien que familiares y amigos se han distanciado por discusiones sobre uno u otro candidato, que en algunos casos representan una u otra ideología. Esto ha llevado a que “los pueblos” se polaricen de tal manera que hay quienes han llegado a decir que, en muchas ocasiones, es de forma irreconciliable.
Como analista político, a veces es más fácil ver lo que
sucede en el patio de al lado o de enfrente, mas que en nuestro propio patio,
pero para ello hay que leer, conocer o experimentar en carne propia, lo que ese
famoso pueblo vecino vive y sufre.
Dicho esto, expuse mi análisis y predicción sobre las
elecciones en los Estados Unidos de América, donde dije que el expresidente
Trump no se reelegía. En su momento el había promovido (y sigue promoviendo)
una división de la sociedad estadounidense que ha perjudicado no sólo el mundo
político, sino también el de la economía, lo cual redunda en la mayoría de los
países de América Latina.
En nuestra vecina Colombia, he podido percibir una nueva
división, quizás no tan radical como la que se experimentó en EEUU, pero si
grave por la violencia a la que se ha visto expuesta ésta nación suramericana.
Colombia está a menos de una semana de la celebración de las
elecciones, en las cuales se disputan la Casa de Nariño, según las últimas
encuestas, el ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro, el ex alcalde de Medellín
Federico “Fico” Gutiérrez y el ex alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández. El
inesperado ascenso de éste último ha incidido en los números que antes
beneficiaban a Sergio Fajardo, así como a Petro y a Gutiérrez.
En Colombia, si no se obtiene un triunfo contundente el día
de las elecciones (mitad más un voto), se deberá convocar a una segunda vuelta,
la cual protagonizarán los dos candidatos que hubieren obtenido la mayor cantidad
de votos en la 1ª vuelta.
Todo parece indicar que después de este domingo, se convocará
a esa 2ª vuelta y que los dos protagonistas serán Gustavo Petro y Federico
Gutiérrez. Esta opinión no será del agrado de los seguidores de Hernández, pero
es mi percepción m uy personal.
Pero ¿de dónde ha salido este apoyo al ex alcalde de
Bucaramanga? Yo siento que mucha gente, decepcionada precisamente por la
polarización que perciben entre Petro y Gutiérrez, han optado por votar por una
opción más hacia el centro, aunque siento que ese sentimiento ha llegado un
poco muy tarde.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿cómo votarían sus seguidores
y los de Fajardo en una potencial segunda vuelta?
Pienso que habrá mucha gente que votará, como lo hicieron
hace 4 años, en contra de la izquierda representada por Petro, a quien se le
compara con el difunto dictador venezolano Hugo Chávez. Esto, a pesar de que él
ha podido capitalizar en disidentes de varios partidos y movimientos
tradicionales, que aún así, no han logrado que en la 1ª vuelta supere su techo
tradicional, sin embargo, al igual que en las elecciones anteriores, volverá a
capitalizar en el voto “anti uribista”, que a mi juicio ha crecido en Colombia.
En el caso de Fico, pienso que su principal ventaja, será la
publicidad negativa que se le ha hecho al candidato de izquierda, sumada a la
aprehensión que se ha transmitido desde la vecina Venezuela, a pesar de que no
ha logrado despertar las pasiones que se necesitaba en los estratos mas bajos
de la población.
Considero que el voto de Hernández y parte del de Fajardo se
traducirá en un apoyo a Fico, aunque considero que una parte significativa sencillamente
no acudirá a las urnas o votará en blanco.
Desde mi óptica, considero que si Fico se hubiera distanciado
todavía más del expresidente Uribe Vélez hubiera podido proyectarse mas como un
“outsider”, independiente y con una propuesta fresca, que es lo que necesita
Colombia.
Este ha sido, quizás, el talón de Aquiles de Fico, quien debe
recoger su manta, seguir proyectándose como la alternativa saludable,
progresista y abierta que Colombia necesita.
Para ello deberá recordar que debe derrotar contundentemente
a Petro tanto en la costa como en su nativa Medellín y Eje Cafetero, sin
olvidarse de El Valle. Para lograr esto, debe promover que la gente salga a
votar y convencerlos que él es la verdadera alternativa, no para ganarle a
Petro, sino para rescatar a esa bella y querida Colombia.
Yo me sostengo en mi pronóstico de hace algunas semanas:
Petro no será presidente de Colombia.
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