No ha terminado de acabarse el conteo oficial de los votos en Estados Unidos, cuando ya hay críticas alas nominaciones que ha hecho el presidente electo para ocupar altas posiciones en su gobierno.
Una de las primeras que hizo, la del Representante por
Florida para convertirse en el Fiscal General de la Nación, ya quedó sin
sustento cuando una cadena noticiosa de EEUU descubrió serias acusaciones sobre
abuso sexual contra el propuesto y éste anunciara el pasado jueves que no
aceptaría la nominación.
Otro de los nominados es el hijo del ex fiscal general y
homónimo, Robert F. Kennedy, quien ha sido propuesto para convertirse en el
nuevo secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Este es un
personaje interesante por decir lo menos. Corrió como candidato independiente
en las elecciones a pesar que había solicitado darse de baja, al haber apoyado
la candidatura de Donald Trump. De él el propio Trump ha dicho en la red X que
va a “garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos
nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los
aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en
este país”.
Por su parte el propio nominado expresó en la misma red que
desea “limpiar la corrupción y terminar con las puertas giratorias entre la
industria y el Gobierno para volver a hacer a los estadounidenses la gente más
sana del mundo”.
Siempre he sido de los que aseguramos que para ser ministro
de salud no se necesita ser médico, sino saberse rodear de los mejores médicos,
enfermeras, odontólogos, técnicos, laboratoristas y de todos aquellos que saben
del tema, así como de profesionales de otas ramas como comunicadores y
abogados, por mencionar algunos;
mientras que el ministro debe ser una persona con la capacidad de
planificar, administrar, ejecutar y controlar, todo bajo una estricta transparencia
y de cara a la ciudadanía.
En el caso del nominado Sr. Kennedy, sus estudios han sido en
otras áreas. En la página del Congreso de EEUU, citan que éste tiene una
licenciatura en historia y literatura estadounidense por la Universidad de
Harvard y asistió a la London School of Economics and Political Science. Posee
un grado en Derecho por la Universidad de Virginia y estudió en la Universidad
de Pace, en donde realizó una maestría en Derecho Ambiental, área la cual es
donde mas experiencia ha tenido.
Kennedy es activo en el área de la promoción de una conspiración
contra las vacunas difundiendo teorías de la conspiración falsas sobre la
eficacia y seguridad de éstas.
Flaco favor le va a hacer este tipo de personas al sistema de
salud de los EEUU cuando hasta ha sugerido eliminar el flúor del agua en
algunas áreas y desea hacer “ajustes” al servicio de salud pública en la
nación.
Algunos de los otros nominados no son tan conocidos aún, pero
la realidad es que tanto Trump como su vicepresidente electo han estado
reuniéndose con miembros del Congreso estadounidense pues se había filtrado la
posibilidad que varios de estos no votarían por la ratificación del propuesto
fiscal general y de otros nominados. El
cabildeo inició casi de inmediato y esa primera baja conocida el jueves nos
hace pensar que hay algunos de estos nuevos congresistas, anhelan eventualmente
reelegirse, por lo que se podría prever que no necesariamente habrá
homogeneidad en el voto partidista.
Un área que nos tiene a muchos con un ojo abierto y el otro
también, es el área de las relaciones exteriores, donde ha sido nominado el
congresista por la Florida, Marco Rubio, de origen cubano y quien en su momento
adversó la candidatura del propio Donald Trump.
La situación tanto en Ucrania como en el medio oriente tiene
a más de 4 desvelándose; por un lado tenemos a una OTAN que ha manifestado sus serias
preocupaciones y por la otra el actual presidente de EEUU autorizando el uso de
misiles de largo alcance al gobierno del presidente ucraniano Zelenski. Esto ha
hecho que el gran oso haya respondido con un misil balístico intercontinental,
dando pie a una posible escalada de la guerra que tienen los ucranianos por la
defensa de su tierra.
La preocupación en Europa no se ha hecho esperar, pues muchas
de estas naciones, están conscientes que Ucrania es la posible última “esclusa”
que tiene el presidente ruso en expandirse hacia occidente. En el ínterin en su
última oportunidad como presidente, Trump advirtió a los miembros de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte, que todos debían asumir su parte
para el mantenimiento de la alianza. Esto hace presumir que, en enero, la
balanza de paz pudiera recargarse hacia otro lado, aún desconocido.
El medio oriente es, y presumo que seguirá siendo, un caldero
sin una gran oportunidad seria de resolución. EEUU ha vetado consistentemente
las resoluciones de la ONU pues se presume que no están de acuerdo en obligar a
Israel a retirarse de la franja de Gaza ocupada actualmente y los israelitas no
quieren volver a arriesgarse a ser atacados en la forma tan vil como lo fueron.
La realidad es que Hamás y Hezbolá son solo unas partículas mínimas entre el
pueblo árabe que residen en las dos franjas en Israel, muchos de ellos gente
buena y trabajadora, pero los grupos beligerantes son acuerpados por otros
terroristas que se esconden en países vecinos como Líbano e Irán, por mencionar
solo un par.
El año 2025 no se pinta nada bien, ni en nuestro continente,
ni en Europa y mucho menos en el Medio Oriente. Confiemos en que eventualmente
la cordura prevalecerá y regresaremos a una convivencia, por lo menos. Soñar
con la famosa y trillada “paz para el mundo” no lo veo realista por lo menos
por los próximos años.
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