domingo, 22 de diciembre de 2024

¿Por qué la reforma?

 En las últimas semanas, el tema principal de los medios tradicionales y los no tradicionales, ha sido la reforma a la ley que rige la Caja de Seguro Social. La misma fue aprobada por el consejo de gabinete y posteriormente, presentada por el ministro de salud ante la Asamblea Nacional de diputados, tal como dice la ley.

Hasta ahí todo iba bien. La asamblea entonces convocó, tal Cabildo Abierto, a que quien quisiera opinar sobre la propuesta ley, pudiera hacerlo por espacio de 15 minutos en la correspondiente comisión de trabajo, salud y desarrollo social. Si incluyen unos cuantos minutos para cambiar de expositor, estamos hablando de como alrededor de 100 horas, o sea un poco menos de 15 días escuchando expositores.

Si quienes se anotaron para hablar, lo hubieran hecho con una verdadera ganas de aportar, quizás y repito quizás, a lo mejor, posiblemente, hubiera sido un ejercicio encomiable. Pero, desde mi balcón, me da la impresión, que hubo quienes fueron a figurar, otros a “vender” conceptos ideológicos inoperantes, otros a llevar la llevar la contraria a todo y solo un puñado ha ido a analizar o a proponer algo sensato.

Esto es triste porque, aunque nos pudiera estar retratando de cuerpo entero como nación, la realidad es que no le estamos dando el valor a un órgano del estado que, de por si ha venido cargando una significativa dosis de desprestigio que en la mayoría de las veces lo tienen bien merecido.

Como dice mi gran amigo, el Dr. Carlos Abadía Abad, lo mas importante para los simples mortales que podríamos vernos beneficiados o perjudicados por la nueva ley, debería ser el estudiar y analizar el “por qué” es necesario la reforma de la ley del seguro social. Creo que en esto ha fallado un tanto el gobierno nacional, los medios de comunicación masivos y hasta los propios gremios y agrupaciones sindicales que, de una manera muy seria y responsable, han presentado propuestas.

Ojo, hago la discriminación porque no creo que los que se la pasan gritando y no proponiendo sino objetándolo todo, sin ofrecer alternativas, deberían sentirse descalificados hasta de opinar. La Caja de Seguro Social, no es ni del gobierno, ni de la junta directiva (aunque ellos se lo crean), ni siquiera de solo los asegurados.

Hagamos un poquito de historia; a finales del año 2005, la Asamblea Nacional aprueba la Ley 51, que reformó la Ley Orgánica de la Caja del Seguro Social. En su momento, el presidente de turno, Martín Torrijos, advirtió que no era una ley perfecta, pero atendía las urgencias que se habían pasado por encima durante varios años pero, que requería de mejoras, las cuales debían ser atendidas por los próximos gobiernos pues, de lo contrario, la CSS enfentraría serios problemas en un máximo de 15 años.

Pues adivinen que: pasaron los 15 años y ninguna de las 3 administraciones siguientes hizo nada por atender el serio problema que tenían pues, evidentemente, esto acarreaba un costo político que ninguno quiso enfrentar.

Hay mucha agua que ha pasado debajo del puente desde marzo de 1941, cuando esta entidad de salud y pensiones se creó. Muchas cosas han cambiado y la mayoría o nunca nos enteramos o sencillamente miramos para otro lado.

Para iniciar en 1941 eran un poco más de 800,000 personas. Hoy somos mas de 4 millones (mal contados). Según data oficial, por cada persona que se pensionaba había 8 personas que eran cotizantes. Hoy la proporción es que por cada pensionado hay menos de 2 cotizantes. En otras palabras, tenemos un problema demográfico. Para que estén mas claros, este tipo de problemas no se resuelve de la noche a la mañana.  

¿Cómo se enfrenta? haciendo los cambios que se habían advertido desde 2005. La responsabilidad no es de este gobierno solamente, parte de esta la deben asumir los 3 expresidentes que desde entonces gobernaron. Meter la cabeza en la arena no iba a solucionar el problema.

Los diputados tienen una real papa caliente entre sus manos, pero se les podría complicar aún mas si no toman las medidas correctas. No se podrá complacer a todo el mundo, pero si desechan a los que no proponen, arengan o hacen llamados al cierre de calles para perjudicar a la amplia mayoría que no le interesa crear caos, sino buscar soluciones tangibles, tendremos un diciembre complicado.

Si escuchan y se dejan orientar por quienes realmente saben del tema y que lo hacen no para ganarse fotos ni apariciones en medios, podremos lograr superar esa gran barrera de 3 lustros que nos dejaron y poder salvar a una institución que demanda de cambios y ajustes, pero a gritos y para el 1 de enero.

Hago un llamado a la sensatez de los diputados, para que no rechacen por adelantado o porque un sinvergüenza se los pide o exige. Si lo hacen, toda la plata que les puedan ofrecer no valdrá la arrastrada que quienes los elegimos les vamos a dar en el 2029.

A "Trumpada" limpia

 No ha terminado de acabarse el conteo oficial de los votos en Estados Unidos, cuando ya hay críticas alas nominaciones que ha hecho el presidente electo para ocupar altas posiciones en su gobierno.

Una de las primeras que hizo, la del Representante por Florida para convertirse en el Fiscal General de la Nación, ya quedó sin sustento cuando una cadena noticiosa de EEUU descubrió serias acusaciones sobre abuso sexual contra el propuesto y éste anunciara el pasado jueves que no aceptaría la nominación.

Otro de los nominados es el hijo del ex fiscal general y homónimo, Robert F. Kennedy, quien ha sido propuesto para convertirse en el nuevo secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Este es un personaje interesante por decir lo menos. Corrió como candidato independiente en las elecciones a pesar que había solicitado darse de baja, al haber apoyado la candidatura de Donald Trump. De él el propio Trump ha dicho en la red X que va a “garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país”.

Por su parte el propio nominado expresó en la misma red que desea “limpiar la corrupción y terminar con las puertas giratorias entre la industria y el Gobierno para volver a hacer a los estadounidenses la gente más sana del mundo”.

Siempre he sido de los que aseguramos que para ser ministro de salud no se necesita ser médico, sino saberse rodear de los mejores médicos, enfermeras, odontólogos, técnicos, laboratoristas y de todos aquellos que saben del tema, así como de profesionales de otas ramas como comunicadores y abogados, por mencionar algunos;  mientras que el ministro debe ser una persona con la capacidad de planificar, administrar, ejecutar y controlar, todo bajo una estricta transparencia y de cara a la ciudadanía.

En el caso del nominado Sr. Kennedy, sus estudios han sido en otras áreas. En la página del Congreso de EEUU, citan que éste tiene una licenciatura en historia y literatura estadounidense por la Universidad de Harvard y asistió a la London School of Economics and Political Science. Posee un grado en Derecho por la Universidad de Virginia y estudió en la Universidad de Pace, en donde realizó una maestría en Derecho Ambiental, área la cual es donde mas experiencia ha tenido.

Kennedy es activo en el área de la promoción de una conspiración contra las vacunas difundiendo teorías de la conspiración falsas sobre la eficacia y seguridad de éstas.

Flaco favor le va a hacer este tipo de personas al sistema de salud de los EEUU cuando hasta ha sugerido eliminar el flúor del agua en algunas áreas y desea hacer “ajustes” al servicio de salud pública en la nación.

Algunos de los otros nominados no son tan conocidos aún, pero la realidad es que tanto Trump como su vicepresidente electo han estado reuniéndose con miembros del Congreso estadounidense pues se había filtrado la posibilidad que varios de estos no votarían por la ratificación del propuesto fiscal general y de otros nominados.  El cabildeo inició casi de inmediato y esa primera baja conocida el jueves nos hace pensar que hay algunos de estos nuevos congresistas, anhelan eventualmente reelegirse, por lo que se podría prever que no necesariamente habrá homogeneidad en el voto partidista.

Un área que nos tiene a muchos con un ojo abierto y el otro también, es el área de las relaciones exteriores, donde ha sido nominado el congresista por la Florida, Marco Rubio, de origen cubano y quien en su momento adversó la candidatura del propio Donald Trump.

La situación tanto en Ucrania como en el medio oriente tiene a más de 4 desvelándose; por un lado tenemos a una OTAN que ha manifestado sus serias preocupaciones y por la otra el actual presidente de EEUU autorizando el uso de misiles de largo alcance al gobierno del presidente ucraniano Zelenski. Esto ha hecho que el gran oso haya respondido con un misil balístico intercontinental, dando pie a una posible escalada de la guerra que tienen los ucranianos por la defensa de su tierra.

La preocupación en Europa no se ha hecho esperar, pues muchas de estas naciones, están conscientes que Ucrania es la posible última “esclusa” que tiene el presidente ruso en expandirse hacia occidente. En el ínterin en su última oportunidad como presidente, Trump advirtió a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que todos debían asumir su parte para el mantenimiento de la alianza. Esto hace presumir que, en enero, la balanza de paz pudiera recargarse hacia otro lado, aún desconocido.

El medio oriente es, y presumo que seguirá siendo, un caldero sin una gran oportunidad seria de resolución. EEUU ha vetado consistentemente las resoluciones de la ONU pues se presume que no están de acuerdo en obligar a Israel a retirarse de la franja de Gaza ocupada actualmente y los israelitas no quieren volver a arriesgarse a ser atacados en la forma tan vil como lo fueron. La realidad es que Hamás y Hezbolá son solo unas partículas mínimas entre el pueblo árabe que residen en las dos franjas en Israel, muchos de ellos gente buena y trabajadora, pero los grupos beligerantes son acuerpados por otros terroristas que se esconden en países vecinos como Líbano e Irán, por mencionar solo un par.

El año 2025 no se pinta nada bien, ni en nuestro continente, ni en Europa y mucho menos en el Medio Oriente. Confiemos en que eventualmente la cordura prevalecerá y regresaremos a una convivencia, por lo menos. Soñar con la famosa y trillada “paz para el mundo” no lo veo realista por lo menos por los próximos años.

ÉPOCA DE CACERÍA

  Muchos vimos con un asombro poco acostumbrado, el homicidio de un alto ejecutivo de la industria de seguros en los Estados Unidos de Améri...