Muchos están aún pasando la goma o
resaca política. En toda contienda electoral siempre hay ganadores y los no
ganadores. Aunque, para ser sincero en
esta que aún no concluye, Yo veo claros ganadores, perdedores y varias otras denominaciones.
Evidentemente el claro ganador fue el
presidente electo y la maquinaria de su partido, que no solo obtuvo la
presidencia de la república, sino que se alzó con la mayor cantidad de diputados
y cuidado el control absoluto del órgano legislativo.
El mayor perdedor fue el actual
presidente de la república, pues no solo sale del palacio de las garzas con el más
bajo índice de aceptación de los últimos años, sino que su partido obtiene el más
bajo apoyo de las elecciones celebradas en la nueva época democrática del país.
En gran parte achacado a su mala gestión.
Otro que podríamos destacar, es el
candidato por la libre postulación, que si bien es cierto no cumplió las
expectativas de muchos que de verdad se creyeron los cuentos de “todo el mundo
esta con” o de “los vamos a ahogar” o de “los jóvenes saldrán a votar
masivamente”, terminó en un honroso tercer lugar. Pero demostró un gran y
genuino liderazgo.
La gran sorpresa, parcialmente
hablando, fue el partido del “preso del renacer”, quienes no solo terminaron de
segundo lugar, sino que casi ganan. A mi juicio, los rumores sobre el apoyo del
“tío” y del presidente del otro partido, pareciera que se convirtieron en
realidad, viendo los resultados a nivel nacional.
La candidata por la libre
postulación terminó bastante cerca de donde habíamos vaticinado, sin embargo,
su discurso de fin de campaña fue tan impactante, que muchos pensaron que tenía
más posibilidades de las que realmente tuvo.
Con esto en mente, pasamos a
analizar los resultados a mayor profundidad y con una visión más larga.
El ganador de la contienda presidencial
inició su “campaña” hace varios años, trabajando como hacían los mas viejos;
casa por casa, votante por votante. Esto le ganó no sólo un apoyo dentro de su partido,
el cual no había tenido en ocasiones anteriores donde había aspirado, sino que
consolidó un apoyo fuera del partido, que siempre decía “si Nito es el
candidato, hasta Yo voto PRD”.
Si le restamos los votos que no
obtuvo de algunas figuras destacadas dentro del partido, su desempeño fue
bastante bueno. Además, consolidó un apoyo dentro de a Asamblea Nacional, el
cual seguramente le servirá para promover la legislación que se requiere para
transformar el país y ojalá, hasta la refundación del estado.
Nito demostró ser un hombre de
carácter, perseverante y sincero. Quienes lo conocemos sabes de su franqueza,
su dedicación y honestidad. Confío en un trabajo organizado y en beneficio de
las grandes mayorías.
Si no, tendrá a varios de esos que
les encanta criticar y son los “grandes expertos del día después del partido” y
de los que compramos su discurso y queremos grandes cosas por Panamá, respirándole
en la nuca. Para ello debe traducir lo que el pueblo le dijo a través de las
urnas el pasado domingo y sumar, más que restar.
Asumo que el candidato por la libre
postulación que mas arriba terminó, reorganizará sus fuerzas y fundará su propio
partido, pues de lo contrario volvería a meterse en una pelea de tigre contra
burro amarrado. Esto a lo mejor conllevará no alinearse con parte de su base,
pero le permitirá competir mas equitativamente. No me extrañaría ver un movimiento
donde se sumen varias figuras como él y la otra candidata.
A mi juicio, el candidato del
partido en gobierno deberá tomarse y recomponer su partido. Creo que demostró
gran hidalguía y liderazgo y excepto por algunos errores políticos (cosa muy
rara el el) achacados a unos consejeros desconectados con la realidad panameña,
volverá fortalecido y desde la oposición con mucha más fuerza.
Los candidatos de los extremos no
tuvieron el impacto ni el respaldo que anhelaban, demostrando que los panameños
no nos gustan ni los fundamentalistas ni los socialistas de ningún siglo.
Queremos tener un país sin discriminación, con derechos iguales para todos,
libertad y democracia pura.
Desde mi perspectiva, la campaña a
la No reelección tuvo algún tipo de efecto, más en el llamado de atención que
en los resultados en papel. Siento que el hecho de querer ver reflejado (consciente
o inconscientemente) el no a la reelección hacia un rechazo a los partidos
tradicionales, jugó un papel de rechazo entre los mas adultos. Mas del 75% de
quienes salieron a votar, lo hicieron alineados con los partidos y siento que
mas del 50% de los 49 diputados que buscaron la reelección, lograrán su
cometido, resultado muy similar al de las elecciones del 2014.
Para el 2024, hay que definir mejor
esa estrategia, si de verdad queremos que varios de los mas corruptos y
sinvergüenzas que se mantienen en la asamblea no regresen.
La goma política nos deja un país
algo dividido, menos clientelista y aunque aún no han salido las estadísticas
finales por parte del Tribuna Electoral, pienso que los porcentajes de
participación muy similares a las de elecciones anteriores y un desapego de los
más jóvenes por participar.
Nos queda a los que somos sociedad
civil redoblar esfuerzos para educar en valores, enseñarle a los mas jóvenes el
valor de la ciudadanía, de la cívica y de qué es el gobierno y como funciona,
para poder tener ciudadanos mas participativos, no sólo cada 5 años cuando nos
toca salir a votar.
Hay que ser ciudadanos todos los
días del año, todos los años. Ser el ojo avizor y el crítico constructivo que
necesita cualquier gobierno.
Al final todos somos Panamá, ¿verdad?