Se acerca el
final de un año interesante, por decir lo menos…
Muchas cosas buenas
llegaron de la mano del 2018. Otras sencillamente pudieron haber sido mejores,
pero no podemos quejarnos de ninguna. ¡Todas sucedieron por alguna razón!
Sinceramente
espero poder tener el tiempo y la salud para aportar mi granito de arena para
que el año que iniciará en algunas horas, se llene sólo de cosas buenas,
productivas y de éxitos, uno tras el otro.
Para mi querido
Panamá aspiro a que los ciudadanos de bien, nos convirtamos en una gran marea
roja, como en el fútbol, pudiendo unirnos para seleccionar a los mejores que
nos dirijan honestamente en el próximo quinquenio. Seamos responsables y no
pensemos que nos aprovechemos del momento, pues de lo contrario se aprovecharán
de nosotros en un momento.
Que se
fortalezca la institucionalidad del país y que los servidores públicos
finalmente comprendan que no son mas que eso, personas seleccionadas para
servir a todos los que nacimos o escogieron vivir en este centro del mundo y
corazón del universo.
Analicemos lo
que mas le conviene a nuestro Panamá y adquiramos el compromiso de trabajar en
favor de favor de este pedacito de tierra que siempre ha unido y sin discriminaciones
podamos seguir siendo “Pro Mundi Beneficio”, mirando para adentro primero, pero
sin poner mas cercas o murallas que las de nuestro propio corazón.
Para nuestra
región, trabajemos muy fuerte para recuperar de las garras del oscurantismo a
nuestras queridas Venezuela y Nicaragua, convencidos que sus nacionales habrán
aprendido la lección y que no puede haber países de quienes tienen y quienes no
tienen sino de gente, que reciben el fruto de su trabajo, pero todos con la
misma dignidad. De igual manera que los extremos, como el de grandes países en
la región comprendan que en la consulta permanente esta el futuro. Que la
democracia es el sistema donde la mayoría elige para que se gobierne en favor
de todos, incluyendo lo perdedores.
Le ruego al
Todopoderoso mucho tiempo adicional, con mucha salud y rodeado de la gente que
me aprecia y me quiere. Especialmente de mi familia, que ese sentimiento de clan
que nos inculcaron nuestros padres, impere en nuestras vidas y lo multipliquemos.
A Papa Dios le
agradezco por el mejor trabajo del mundo y le pido que los nuevos proyectos que
iniciaron en el 2018, se fortalezcan en el venidero 2019.
Le pido más
tiempo para poder jugar mas póker, golf, monopolio o hasta jueguitos en el
celular. Mas tiempo para compartir con la familia y con mis amigos. Que la
salud les sonría a todos los viejos amigos y a las nuevas amistades que estoy
seguro llegarán.
Ruego para que
el mundo se llene de tolerancia, de paciencia, de respeto, de solidaridad y de
mucho amor. Que no haya grandes y chiquitos, ricos y pobres, fuertes y débiles.
Que cuidemos el medioambiente, pues no tenemos la alternativa de irnos a vivir
a otro planeta. Que no le hagamos a nadie lo que no nos gustaría que alguien nos
haga.
Me dirán que
soy un soñador y debo reconocer que en parte lo soy. Sueño con muchas cosas
buenas para mí y para todos mis amigos, pero nunca dejo de poner por lo menos
un pie en la tierra, como el ancla de los borrachos.
En fin, seamos
afables, atentos, puntuales y comedidos, solo así tendremos un mejor vecindario,
en una mejor ciudad, en un mejor país y por ende en un mejor mundo.
Gracias 2018 y
te esperamos con muchas expectativas 2019.
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